“¿Qué significa esta palabra, mamá?, ¿Qué quiere decir esto, papá?.” Si alguna vez durante una tarde con tus hijos, has visto como te lanzaban este tipo de preguntas cada 5 minutos, y tras las primeras 3 respuestas, te has visto en la necesidad de decirles, conteniendo el enfado, que utilicen el diccionario; entonces, es que ya te has dado cuenta de lo indispensable que es este instrumento en la educación.
Muchas veces por pereza, por comodidad ante la posibilidad de preguntar a terceros, otras por desconocimiento acerca de todas las utilidades de esta herramienta. El caso es, que los más pequeños acaban considerando el diccionario como un pesado libro, que termina relegado a un sitio de difícil acceso en las estanterías, o como pisapapeles.
Pero la alergia a este tipo de libro, no la sufren sólo los menores de la casa, sino que también se manifiesta en adultos, quienes ante la duda del significado u ortografía de una palabra, deciden aventurarse a adivinar, deducir por el contexto del párrafo o jugársela a cara o cruz.
De la misma forma que a los alumnos, a partir de un determinado curso, se les permite que acudan a las clases con calculadora; sería bueno que se les instara a que el diccionario fuera un elemento tan indispensable como los cuadernos o el bolígrafo.
Si consiguiéramos que se convirtiera en un libro de consulta habitual al leer, realizar deberes o estudiar, los beneficios serían muy significativos en cuanto a comprensión verbal (entender los enunciados de los problemas), fluidez verbal (encontrar la palabra adecuada) y ortografía (se escribe con b o con v), etc.
La verdad es que el diccionario es un gran desconocido, subestimado y desaprovechado, pocos se acuerdan de él. Queremos ayudaros a descubrir todas sus potenciales y múltiples funciones, que para algunos están por descubrir:
-Además de explicar el concepto, puede sacarnos de la duda ante la existencia o no de algunas palabras, que no sabemos si pertenecen al argot de nuestra familia, barrio, o a la invención de nuestra mente.
-Nos clasifica el término, aprendiendo si es un sustantivo, adjetivo, verbo adverbio, etc.
-Algunos relacionan la palabra con la materia de conocimiento más amplia a la que pertenecen: biología, música, electrónica, física, etc.
-Podemos aprender cómo se conjugan los verbos en sus distintos tiempos y modos verbales.
-Descubrir los múltiples significados que representa una misma palabra.
-Cuando estemos redactando un trabajo para clase o escribiendo un informe para el trabajo, podemos utilizarlo para no ser reiterativo con las palabras, y ampliar el vocabulario.
-Agilizar la sesión de estudio, mejorando la comprensión de palabras que no son cotidianas o están en nuestro léxico habitual. Todos los contenidos que son comprendidos al cien por cien, serán mucho mejor recordados en exámenes o evaluaciones posteriores.
-Sacar provecho a la lectura de un libro, revista o documento, adquiriendo no sólo conocimiento en la materia, sino palabras nuevas que incorporar a la expresión lingüística espontánea, tanto en conversaciones como en escritura.
-Para los escritores es un buen instrumento para enriquecer los matices de las letras de sus canciones, poesías o dedicatorias de siempre.
-Conocer el significado de frases o dichos populares, que hemos oído a conocidos o familiares.
-Indagar sobre el origen (latín, griego) de los diferentes vocablos.
Hay una oferta muy variada de diccionarios, según la complejidad del contenido, pues los hay que complementan las definiciones con ilustraciones, mapas, biografías de personajes históricos o célebres, etc. Luego están los especializados en sinónimos y antónimos, frases populares y refranes, los enciclopédicos (con temas más desarrollados), etc.
Entre los principales inconvenientes que suelen referir los usuarios, se encuentra el tiempo invertido en pasar las hojas hasta hallar el dato requerido, y sobre todo el peso y tamaño que pueden suponer para la mochila de un escolar, o el maletín de un adulto. Pero no son problemas que no tengan solución, si tenemos en cuenta la oferta tan diversa de diccionarios que aparecen en Internet, simplificando a un tecleo ágil o un click, la búsqueda de la sabiduría.
Estos recursos electrónicos, además permiten que se puedan revisar y actualizar los contenidos en menor tiempo. No olvidemos que en la lengua hay terminología que se va sumando, suprimiendo o reformulando, ya que las lenguas son dinámicas, y un diccionario es un libro que jamás se da por finalizado.
Según nuestras preferencias, podemos encontrar varios sitios webs interesantes:
-Para un estudio del idioma español, consulta el diccionario de la Real Academia Española.
-En cuanto a diccionarios idiomáticos puedes buscar en : foreingnword.com, o descargarte en babylón.com un diccionario on line, que incluye traducción instantánea en más de 50 idiomas.
-Con el fin de corregir ortografía o conjugar verbos, puedes entrar en lenguaje.com, educar.org, o correctorortográfico.com.
-Si lo que quieres son sinónimos y antónimos, consulta en: sinónimos.org, o wordrefernce.com, donde entre sus múltiples aplicaciones encontrarás foros de idiomas, en los que los miembros registrados te pueden ayudar con preguntas y respuestas sobre traducción, gramática, estilo, pronunciación y etimología de palabras y frases.
-Cuando prefieras un diccionario electrónico, pero de bolsillo, puedes informarte en : lexicool.com
Su empleo no requiere de un manual de instrucciones complejo, basta con saber el alfabeto, y tener en cuenta que si la palabra de búsqueda en un buen diccionario no aparece, o bien la hemos escrito mal (por error de ortografía), o bien no existe.
No hay excusa, nadie está excluido a la hora de su utilización (por discapacidad o edad), dada la gran variedad de recursos tecnológicos que han salido al mercado.
La Fundación CNSE editó un diccionario infantil (para niños de entre 3 y 8 años) en Lengua de Signos Española, para acercar la lectura y la escritura a las personas sordas.
Los ciegos, a través de un lector portátil, del tamaño de un ratón de ordenador, ya pueden traducir el texto, de cualquier diccionario que consulten, al braille de forma automática.
Los más pequeños de la casa también cuentan con diccionarios interactivos con imágenes, para hacer una primera inmersión en el mundo de las palabras y sus significados.
Así que ya sabes, haz un hueco en tu mesilla de noche para este libro de consulta.
1 Comentario en “Diccionarios, fieles aliados”
[...] detenernos algunas veces durante la lectura para complementar y contrastar algunos datos con otros libros de consulta. Si describe una región y su mar, puedo buscar en un atlas geográfico su situación; si alude a [...]