Estudiar Literatura

Enfrentarse al momento en que vas a escoger la carrera universitaria que marcará el resto de tus días es un momento decisivo en la vida de cualquier persona. Sobretodo si hay un mundo allá afuera que ha elegido sin tu consentimiento y por ti, las opciones que se “suponen” son mejores en un mundo que se ve inundado por el afán de buscar dinero y éxito rápido a toda costa.

Pero si quieres vivir de algo que realmente te gusta y no hacer cosas que te depriman y te hagan infeliz, elegir la carrera que deseas, así no sea rentable, será tu opción.

Por ejemplo, la carrera de literatura te abre un sin fin de ramas a las cuales puedes dedicarte, si bien no es una carrera donde haya mucha demanda laboral, creo que alguien que ha estudiado literatura puede defenderse en el mundo haciendo las cosas que le gustan sin mayores problemas.

Cabe resaltar un punto importante acerca de la carrera de literatura en sí, esta te acerca a las letras para apreciarlas como obras de arte, es decir, aprender a leer criticando los textos, conociendo corrientes literarias y corrientes de crítica literaria, así como la interacción entre la literatura y otras disciplinas para poder sacarles el máximo provecho interpretativo, algo que es deliciosamente exquisito si te gusta leer.

Algo que muchos suelen confundir en torno a la carrera de literatura, es el punto de las habilidades del escritor y todo lo relacionado a escribir, al menos en mi caso y creo que debe repetirse en otras universidades también, al estudiar literatura no te enseñan a escribir, es decir, no pretendas que después de 5 años de carrera te equipares a Góngora, no, si bien el tema de la escritura es parte de la carrera, no es el principal punto en el cual se centran los estudios. El centro de la carrera es la crítica literaria, por lo cual saldrás hecho todo un crítico.

Por otro lado, habrá mucha gente que se asombre y se extrañe de que alguien todavía tenga la nobleza de escoger una carrera que a la larga no te dará el último carro del año, ni una casa en la mejor zona de la ciudad. A mi me pasó, mi papá se opuso y mi mamá me apoyó, pero el hecho es que no me imagino a mi misma trabajando en una oficina llevando la contabilidad de una empresa, ni siendo doctora, abogada o cualquier otra profesión que no sea la que estudié.

Es cuestión de estudiar lo que te guste. ¡No lo olvides!

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