Una vez los estudiantes llegan a su vida universitaria empiezan las inquietudes, el gusanillo por conocer otras experiencias, por viajar y por conocer a gente. Hay quienes deciden pedir una beca Erasmus e ir a otro país a continuar la carrera por un semestre o un año, pero también los hay que prefieren quedarse más cerca de casa, sin cruzar la frontera, porque se sienten más atraídos por esta posibilidad o bien porque tienen la limitación del idioma. Para ellos existen las becas Séneca.
Este programa da ayudas económicas para que los universitarios vayan a cursar sus créditos a otras facultades del Estado. Es una práctica del todo deseable porque permite que el estudiante vea otras formas de hacer y empiece de nuevo la convivencia.
El Gobierno español concede para el próximo curso 2.110 becas Séneca. Una de las cuestiones mejor valoradas entre los becarios que la consiguen es que la cuantía de la ayuda asciende a 500 euros mensuales, una cantidad que permite que los universitarios no tengan necesidad de trabajar demasiadas horas. Además, también reciben una ayuda para el viaje de 120 euros en total. Si comparamos las Séneca con las Erasmus, las primeras son de largo una ayuda más elevada.
Normalmente, el plazo de presentación de solicitudes se sitúa a lo largo del mes de marzo y abril. Así que, como este año ya se te ha pasado la fecha, apunta en la agenda para el próximo curso.
Los estudiantes admitidos y los que ya han pasado por la experiencia se comunican a través de los fórums para dar información sobre cómo es su universidad o qué asignaturas recomiendan. Eso sí, todos los Séneca están encantados de su vivencia y la valoran como un punto de inflexión en su vida.
Foto 1: Jesús Abizanda
Foto 2: Tempus 71