Hoy en día, no es raro encontrar una gran cantidad de programadores o diseñadores web que han forjado en gran medida su carrera profesional de manera completamente autodidacta. Las facilidades de acceso a la información que ha facilitado el advenimiento de Internet (y más aún con el correr de los años), ha puesto en evidencia que muchos de los tradicionales métodos de enseñanza informática no son suficientemente buenos ni creativos.
Una parte importante de los estudiantes que terminan sus carreras de informática, salen al mundo laboral sin grandes conocimientos prácticos ni experiencia. De ahí que tras terminar la universidad no son pocos los que por un lado se lanzan a realizar grandes masters o pasan a desarrollar y poner en práctica poco a poco los conocimientos que necesitan de manera autónoma.
Esta pequeña gran “revolución” en los sistemas de aprendizaje dentro del sector de las mal llamadas Nuevas Tecnológicas (que no son tan nuevas), conlleva una desvinculación bastante importante de una buena cantidad de diseñadores gráficos y programadores del clásico mundo de la enseñanza.
Normalmente una persona que necesite una formación especifica para un determinado tema, demanda los servicios de una academia o de un profesor particular. Si los temas a tratar no son excesivamente complejos y la persona que requiere los conocimientos tiene iniciativa e interés por lo que necesita aprender, es probable que dichos conocimientos los adquiera de forma individual o acudiendo puntualmente a recibir ciertas clases.
Sabemos por experiencias propias e impropias que lo más común es recibir los conocimientos teóricos y prácticos que se necesitan a través de clases puntuales. Esto puede ser muy válido para aprender una gran variedad de temáticas cuando nos son completamente ajenas o los temas que queremos desarrollar nos son del todo desconocidos.
Sin embargo, actualmente se da la posibilidad de que al menos en el campo del desarrollo web y el diseño gráfico, estos conocimientos o al menos una buena parte de ellos, pueden ser adquiridos de forma individual, valiéndose uno mismo de los increíbles recursos que nos brinda Internet y de la gran ayuda que proporcionan una legión de internautas comprometidos con el libre acceso a la información.
Internet ha sido fundamental para proveer a los programadores novatos de una gran cantidad de material con el que poder experimentar y practicar. Existen más páginas dedicadas a la programación web que estrellas hay en nuestra Galaxia y más líneas de código libre a nuestra disposición que todas las estrellas de todas las galaxias del Universo conocido… seguro.
Uno de los principales recursos existentes en Internet para practicar y aprender nuevas técnicas de desarrollo y programación es la mula, Emule para los amigos. Con alguno de estos programas P2P (Peer to Peer), basta con poner la palabrita mágica que nos trae locos para a continuación obtener un sin fin de recursos de todo tipo. Manuales, tutoriales cortos, ejemplos de código listo para ejecutar, gráficos, videotutoriales etc.
Emule, al igual que otros sistemas para compartir información, ha sido desnostado por un sector de la industria comercial, como un nido de “piratas” peores incluso que criminales comunes. Sus argumentos son los mismos que ya utilizó la industria del cine con la llegada del VHS, es decir “se acaba el cine, nadie ira al cine si la gente tiene un vídeo en casa”. Algo parecido ha pasado y viene pasando con Emule y otros programas P2P que por cierto no sólo sirven para bajar películas y música.
Por otro lado, los sitios web que ofrecen al internauta sus propios recursos, tampoco escasean ni mucho menos. Existen decenas de sitios web de calidad que ofrecen sitios web completos basados en lenguajes como HTML, XHTML, CSS y PHP. También se ofrece en muchos de estos sitios, maquetas gráficas en el formato original de desarrollo para poder practicar uno mismo.
De igual manera, tenemos también sitios web orientados al aprendizaje a través de la exposición de manuales, tutoriales y pequeños artículos. Algunos de los más destacados son Desarrolloweb, Webestilo, Programacionweb.net, y Webtaller. En todos ellos encontraremos una gran cantidad de artículos y tutoriales de calidad además de algún que otro ejemplo.
También existen foros de discusión donde podemos plantear nuestras dudas sabiendo que muy probablemente nos responderán a ellas satisfactoriamente. Algunos de los foros de discusión más visitados y con una gran variedad de temas abiertos son Foros del Web, Cristalab, Xeoweb y Tomatoma.ws.
Otras webs apuestan por la descarga de sitios completos o plantillas. Esto permite conocer las diversas técnicas de maquetación y ensamblaje de un sitio web profesional. Este servicio lo brindan muchos sitios, pero no tantos que aporten diseños y código de calidad.Algunos ejemplos de estos son FreeCSSTemplates, Layout4free, CSSart, Zen Garden. Dynamicdrive.com nos enseña con ejemplos más sencillos y gráficos como maquetar web con CSS sin utilzar tablas.
Siguiendo con este repaso de recursos gratuitos, encontramos también sitios de descarga libre de fuentes tipográficas y de imágenes. Aunque no todas las fuentes y las imágenes son gratuitas, merece la pena pasarse de vez en cuando para conocer lo que nos ofrecen sin pedir nada a cambio.
Ejemplos de este tipo de webs son como Freepixels, Etsy, Vectorstock, Dafont ó Gmkfreefonts.
Con sólo estas pequeñas reseñas tendríamos suficiente material como para aprender muchas técnicas y lenguajes de programación, al menos hasta un nivel medio, por nuestra propia cuenta, recibiendo alguna que otra ayudita de uno o varios foreros y por supuesto con la suficiente motivación y ganas.
Llegados a este punto la consecuencia es que cada vez un número mayor de desarrolladores no paga por recibir aburridos cursos en los que ademas se imparten unos temarios que apenas arañan la superficie de los temas que se desean conocer. No sólo eso, sino que además muchas academias y cursos online exigen a menudo grandes cantidades de dinero para realizarlos lo cual nos lleva a plantearnos que hemos estado haciendo y que hacemos con nuestro dinero.
Una nueva generación de desarrolladores con muchas ganas por aprender, conocer y vivir sin estar ligado de por vida día a día a una empresa, están llegando no sólo para quedarse sino para ir aumentando con el tiempo y las exigencias de este mercado globalizado para unas cosas y para otras aún tan tremendamente injusto.
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