Siempre nos han dicho que en la vida triunfa el más inteligente, pero ¿el más inteligente en cuanto a qué? ¿Es suficiente contar con un CI de 130 para tener éxito en la vida? A menudo hemos oído historias de personas con un elevado CI y que no han conseguido sus metas, ¿a qué se deberá esto?
Esta es precisamente la pregunta que se han hecho algunos psicólogos desde hace un tiempo. Pero es, a partir del libro de Daniel Goleman que el tema ha tomado mayor ímpetu.
La definición de Inteligencia Emocional se debe a Mayer y Salovey, para ellos, se trata de una inteligencia que concierne a las habilidades de entender, percibir e influenciar en las emociones. El Coeficiente de Inteligencia Emocional marca la capacidad, la habilidad de cada uno para entender, comprender, asimilar e influenciar no sólo las propias emociones sino también la de los demás.
Para Goleman (Inteligencia Emocional, en Editorial Kairos), la IE se basa en:
1.- Autoconocimiento emocional (conciencia de uno mismo): hasta qué punto conocemos nuestras propias emociones y cómo afectan nuestro comportamiento.
2.- Autocontrol emocional, que nos permite nos dejarnos llevar por una crisis momentánea y distinguir lo que, de ella, podemos extraer para el futuro.
3. – Automotivación: cómo dirigir nuestras emociones hacia un objetivo, y que nuestra atención se fije en las metas en lugar de en los obstáculos.
4.- Reconocimiento de emociones ajenas (empatía): saber colocarnos en el lugar del otro, nos ayuda en nuestras relaciones sociales, laborales y en desenvolvernos con naturalidad en nuestro entorno.
5.- Habilidades sociales: hay que saber relacionarse no sólo con nuestros iguales, también con los que tenemos en una escala superior y en una escala inferior. Es, si se quiere, el resultado de una buena empatía.
Goleman trabajó sobre este tema en colegios de Estados Unidos, enseñando a los niños a resolver conflictos, a controlar sus impulsos y a desarrollar sus habilidades sociales. El resultado ha sido que niños que, antes no eran bien aceptados en su ambiente y que tenían problemas escolares, no sólo han cambiado su forma de relacionarse, sino que han mejorado también su aprendizaje, a pesar de que su Coeficiente Intelectual fuera bajo.
Por supuesto, la Inteligencia emocional no sólo hay que trabajarla en el colegio, también en casa, los padres deben ocuparse de ayudarles a desarrollar su Inteligencia Emocional.
Si están interesados en el tema, pueden visitar, entre otras muchas páginas que tratan la IE:
http://www.monografias.com/trabajos15/inteligencia-emocional/inteligencia-emocional.shtml
http://www.inteligencia-emocional.org/aplicaciones_practicas/ayudar_%20a_los_colegio.htm
http://www.cyberpadres.com/articulos/aranda/intelemo/inteligencia_emocional.htm
http://www.euroresidentes.com/colegio/tecnicas_de_estudio/estudio_inteligencia_emocional.htm
www.emagister.com/master/master-inteligencia-emocional-kwes-489.htm