Juegos de interior

Los juegos de interior son actividades que podemos desarrollar con los niños cuando estos no pueden salir a la calle. A veces, bien sea porque están enfermos o porque el día no acompaña los pequeños de la casa no pueden salir a jugar con sus amigos. En vez de tenerlos en casa enganchados al televisor o a la consola (y siempre que hayan estudiado o hecho los deberes) podemos aprovechar y dedicarles el tiempo que se merecen con estos juegos de interior que te proponemos.

Un, dos, tres, pica-paret: una persona se coloca en la pared y es la que la liga. Los demás se sitúan a una cierta distancia de esta persona. El que la liga debe decir ‘un dos tres pica-paret’ con los ojos cerrados y de cara a la pared, los demás deben aprovechar este tiempo para avanzar pero… ¡cuidado! si se gira y nos ve en movimiento debemos regresar al punto de inicio. Gana la persona que consiga tocar la espalda de quien la liga, el jugador que esté más lejos de la pared la liga.

El arca perdida: para esta juego de interior se debe elegir un objeto que haga sonido para que todos los jugadores lo busquen, puede ser un juguete con pito por ejemplo. Uno de los participantes hará de ‘árbitro’ y esconderá este objeto en una habitación y adecuará esta para que esté lo más oscura posible. Entonces, y de uno en uno, entrarán los jugadores que se servirán del tacto y el oído para encontrar el objeto. El árbitro deberá cronometrar el tiempo que tardan en encontrar el objeto. Gana quien haya tardado menos tiempo.

El pasillo misterioso: una persona deberá ser la que cruce con los ojos vendados el ‘pasillo infernal’ que los demás miembros de la familia habrán preparado especialmente para él. En este pasillo se deben colocar toda serie de objetos que compliquen el avance. Una vez que el jugador tenga los ojos vendados y mientras da 10 vueltas sobre si mismo, los demás quitarán en silencio los objetos que antes había en el pasillo. Procurando no reír, deberán ‘guiarle’ para que sortee todos los objetos. ¡Un juego de interior muy divertido!

El ladrón de guante blanco: con un poco de cinta adhesiva, una madeja de lana y unos cascabeles podemos montar en el pasillo o en una habitación un sistema de seguridad a prueba de ladrones. Los más pequeños de la casa deberán deslizarse por el suelo, retorcerse y mostrar que son los más flexibles de la casa para superar este sistema de seguridad y conseguir el premio que habrá en el otro lado (¿la merienda?).

Foto: 五點八七六十四 en Flickr.