Teatro para la escuela
21:53h Miércoles, 02 de enero de 2008
En este libro “Teatro para representar en la escuela” se presenta un trabajo que plasma la unión de diferentes disciplinas para darle vida a la representación de obras arriba del escenario.
La dramatización es una actividad habitual entre los profesionales de la enseñanza por los valores que promueve: cohesión e integración de alumnos de diferentes nacionalidades o religiones, unión para conseguir un fin común, ayuda a alumnos tímidos o con algún problema de relación, participación de las familias, mayor grado de convivencia de todos los estamentos de la comunidad escolar, etc.
La preparación y desarrollo de una obra teatral debe tener un carácter interdisciplinar. Implica a áreas como Lengua, Conocimiento del Medio, Educación Física, Música, Plástica, etc.; además potencia entre los alumnos el papel de la memoria, el valor de la perseverancia, el esfuerzo, el apoyo mutuo, etc.Extracto del Índice:
1/ HACEMOS TEATRO EN LA ESCUELA: Proceso para hacer una dramatización. El sentido transversal del teatro. Actitudes y valores desarrollados en la dramatización. Notas para la puesta en escena.
2/ MUSEO GALÁCTICO.
3/ ¿QUE HE DECLARADO LA GUERRA? ¿YO?
4/ CASAS INTELIGENTES. ¿MÁS QUE YO?
5/ NO SIN MI TELÉFONO MÓVIL.
Una herramienta en la escuela
La actividad teatral es una actividad dinámica que sirve para estimular capacidades y adquirir habilidades comunicativas y existen gran cantidad de juegos teatrales, dramatizaciones que muy bien se pueden utilizar en el ámbito de la Educación Física.
La actividad teatral es una actividad dinámica que sirve para estimular capacidades y adquirir habilidades comunicativas y existen gran cantidad de juegos teatrales, dramatizaciones que muy bien se pueden utilizar en el ámbito de la Educación Física.
Comencemos señalando que el teatro debe ser el elemento dinamizador de la expresión libre y maduradora de los niños, y por tanto sería deseable un taller de teatro y/o juego dramático durante todo el curso. Lo que en tiempos se llamó dramatización (que con la plástica y la música formaban las tres patas de la Expresión Artística) debe recuperarse para el currículo escolar.
Si nos ponemos a ello la comunidad escolar demandará la visualización, cual Tomás dedo en la llaga para creérselo, de lo que se hizo, para qué sirvió “lo del teatro”. La fiesta de Navidad ataca de nuevo. Pero insisto: antes de “montar un es-pectáculo” hay que soltar el cuerpo, expulsar la vergüenza, de-sengrasar la imaginación, utilizar las manos… ¡Una ducha teatral, por favor! Y luego, relajados y predispuestos, a la esce-na, la fiesta fin de curso nos espera.
En las edades más tempranas hay que respetar la espontaneidad del niño si queremos resultados aceptables. Encorsetar a un niño con un texto es caminar hacia el fracaso más estrepitoso. Un niño no es un actor: no tiene la formación vital, corporal y vocal necesaria para digerir un texto e interpretarlo, sin caer en el “niño-loro-repipi” o el “niño esfinge maragata”. Con el corsé del texto aprisionamos lo que el niño es: un jugador, un fantástico actor espontáneo que teatraliza todos sus juegos: “¡Pim, pam, pum! ¡Te maté! ¡Ajjj, me muero!” Teatro vivo, total. Eso es lo que debemos tratar de conservar. En estas edades primeras hay que darle alas al niño para que juegue, marcándole las “reglas del juego” y luego… a alucinar con el formidable actor espontáneo que es un niño.
En la preadolescencia (y no digamos en la adolescencia) ya no tenemos al niño sin prejuicios que se lanza a jugar sin reparos. Aunque un taller de teatro durante todo el curso nos dé unos actores decididos, sin miedo escénico y creativos, habrá que trabajar en el espectáculo de forma más “clásica” en muchos casos. No quiere decirse que se des-eche el montaje que, con un esqueleto o hilo conductor previamente marcado, deje cierta libertad de acción y palabra a los ac-tores. Pero en ocasiones será más viable utilizar un texto que arrope al actor. O también nos puede interesar un texto determinado.
El adolescente puede ser un actor de texto aceptable, pero a base de un trabajo más duro y más aburrido para él. Ensayar y repetir lo mismo un montón de veces no es moco de pavo para el chaval de estas edades.
Con los niños de Infantil y Primaria debemos organizar los ensayos para que todos jueguen y no se aburran. Es necesario repetir el esquema para que quede fijado el decurso de la acción. De nosotros depende que los niños jueguen a “eso” y no a otra cosa, a la mínima de cambio. Los chicos mayores pueden tener más disciplina, pero la planificación de los ensayos evitará aburrimiento y disturbios entre los desocupados.
El juego, siempre el juego. Aprovechar a tope lo que el niño nos da. Huir, como de la peste, de los esquemas al uso: rapsodas cursis, cariátides parlantes. No es: apréndete el texto y arréglate como puedas. Tampoco es pintar el salón del trono en un papel de embalaje y pegarlo en la pared del fondo. El teatro lo crea el actor con su cuerpo y su voz. Lo demás son adornos, horribles en la mayoría de los casos. Lo que no es signo es decoración. No debemos “decorar” la escena. Centrémonos en lo que importa: el actor vivo, el niño creador de personajes.
Son algunas reflexiones dispersas sobre mi propia experiencia en dirigir niños en la escuela. Discutibles y escritas para ser discutidas. Así que si alguien se anima…
¿Pero es que el teatro puede servir para enseñar matemáticas o lengua o historia?… Pues sí, ¿por qué no? ¡La expresión dramática al servicio de la educación! No como una actividad aparte (casi siempre ajena al hecho educativo) sino formando parte de cada materia en cuestión: en fin, como una herramienta más que por igual facilite (enriqueciéndolo) el trabajo del profesor y oriente (con la práctica) el entendimiento de los alumnos.
Se abre así una doble vía, una doble puerta a una fantástica aventura circular: ¿iniciarse en el mundo teatral estudiando o estudiar mientras se hace teatro? Cualquiera de los dos caminos nos llevará inevitablemente al siguiente. ¡Pasen y vean!
No hay grandes secretos ni doctos consejos (tampoco son necesarios), estos cuatro libros (“El Ladrón de Palabras“, “La Sombra Misteriosa”, “Mi amigo Fremd habla raro” y “La niña que no sabía que lo era”) trufados de juegos, ideas y ejercicios, tan solo aventuran unas bases, sencillas pero sólidas, sobre las que cada cual podrá ir construyendo a su medida esta teoría o fantasía.
Porque más que conocimientos dramáticos (que tampoco vienen mal, por supuesto) lo principal es echarle ganas e imaginación, que la mejor manera (sino la única) de entrar en contacto con el juego dramático y sus amplios recursos, es precisamente ésa: jugando y experimentando.
nesesito una obra de teatro grasias
nesecito una obra de teatro qu einterpretar y no encuentro ninguna parte para cuatro personas q cagada y la concha de la lora
hola necesito me envien una obra de teatro
Hola Priscila,
Aqui te dejo enlances donde uno te indica un sitio donde podras encontrar varias obras de teatro y el otro ya te indica una obra de titere:
https://www.eliceo.com/juegos-y-dinamicas/hacer-una-obra-de-teatro-en-la-escuela.html
https://www.eliceo.com/juegos-y-dinamicas/obra-de-titeres-ecologica.html
Espero te sean de utilidad.
Saludos y gracias,
BH
Hola, bonita la nota la de Romina escrita hace un par de años, pero bueno yo la acabo de leer hace un momento.
En realidad, lo que ando buscando es una obra de teatro de Blancanieves, de tinte humorístia…donde ella se come la manzana y cuando el principe la quiere besar para despertarla huye espantado por el olor jediondo que percibe…..entre otras cosas.
La había leido hace un par de años en internet si ustedes conocen el sitio donde encontrarla, estaría muy agradecida.
Les saluda Elisa.
no me gusta esta pajina es muy aburrida
todos tienen rason aserca de eso