En los últimos años hemos asistido a un nuevo concepto acerca de los niños, se habla de una cualidad, conjunto de características y hasta de una nueva raza para referirse a este grupo de niños, al parecer superiores tanto fisiológica como intelectual y ni qué decir espiritualmente. Me refiero a los llamados niños indigo. En efecto, muchos de nosotros, al recorrer los escaparates de las librerías, podemos toparnos con al menos uno publicación a este respecto que coquetamente se asoma en uno de los aparadores de la sección de libros de autoayuda. El nombre puede sonar anecdótico y hasta poco serio pero se utiliza porque al parecer, estos niños poseen un aura de color azul que evidencia su pureza y avance espiritual según dicen algunos iniciados capaces de observar su aura a simple vista. Lo que es más, ellos mismos nos dicen que estos niños vienen al mundo con una noble misión de características que escapan al siempre parametrado terreno de la ciencia. Al parecer, estos niños vienen al mundo a sembrar la semilla de un nuevo orden social y cultural y por supuesto espiritual entre los seres humanos. En buena cuenta –aseguran- se trataría de hacer el puente de paso entre la tercera y la cuarta dimensión en un tiempo que está muy próximo.
Imagen tomada de Flickr por ezquizoide
Pero al margen de estas consideraciones que escapan a los brazos de la ciencia, estos niños, por su misma naturaleza, en la mayoría de los casos se topan con una serie de trabas en el mundo al que les ha tocado llegar. Evidentemente, al poseer una visión distinta del mundo y a tan temprana edad, no encajan en los moldes pedagógicos regulares de nuestra sociedad. Se les suele asociar con la hiperactividad y con la dispersión, encontrándolos siempre distraídos en horas de clase.
En casa, su educación también puede suponer un problema pues estos niños no aceptan imposiciones de ningún tipo. Para ellos toda decisión de los padres, debe tener tras de sí un fundamento que la valide y la haga viable. Ni qué decir del castigo o la represión como forma pedagógica o último recurso de los padres. Otra cosa que tampoco digieren los niños indigo es la manipulación y el chantaje social y moral, por tanto, las religiones tradicionales tampoco van con ellos en definitiva. Aquí la figura del castigo por el pecado es visto como una coacción que hace que las personas actúen de manera predeterminada y no en base a un verdadero convencimiento y mucho menos iniciativa propia y natural, no exenta de error por cierto.
Pero es precisamente en este punto en el que vienen a trabajar estos nuevos seres según dicen los entendidos. Su labor no es de masas como alguien podría suponer, al menos de momento. Más bien se enfocan en efectuar los cambios en el seno del hogar, de su propio hogar y por qué no, de sus propias escuelas. Al ser tan precoz su sentido de la lealtad, de la justicia y de la honestidad, llaman la atención de los adultos en medio de su labor que admirados asisten a los valores y virtudes que su hijo posee sin haber sido los propios progenitores los que la han sembrado en ellos. Todo esto es tomado con pinzas por la ciencia que por supuesto no se abre a la posibilidad siquiera de discutir la existencia de otras dimensiones o de tales misiones celestiales de estos niños. Por otra parte, los niños indigo vienen al mundo con ciertas características que no pueden ser soslayadas por al ciencia ya que ella misma las ha documentado. Por ejemplo, está comprobado que varios grupos de niños poseen un sistema inmunológico fuerte, incluso se hicieron estudios mezclando células de estos niños con células altamente cancerosas y otras portadores del temible SIDA. El resultado fue que no hubo ninguna transmisión.
Imagen tomada de Flickr por ezquizoide
Otras características descritas por la ciencia son que tienen una buena conformación morfológica, son delgados, no comen mucho, tienen ojos grandes y el lóbulo frontal un tanto prominente. En cuanto a su intelecto, gozan de un coeficiente intelectual elevado, su capacidad de abstracción es bastante precoz y acceden por sí solos a valores o indicadores propios de otras edades. Otra capacidad que la ciencia no puede admitir es la capacidad curativa que tiene estos niños. Por supuesto que en el contexto también aparece la vereda de los rabiosos que desestiman de plano la más mínima virtud de estos niños, adhiriendo este pensamiento a la corriente New Age, la cual por supuesto desestiman y minimizan, temiendo que la ciencia sea desbancada a favor de la espiritualidad. En cuanto a la educación de estos niños es evidentemente que sus propios padres deben constituirse en su soporte ya que la escuela y sus métodos no van a transformarse de la noche a la mañana. Las palabras claves para los padres de los niños indigo son comprensión, libertad, respeto, honestidad y estímulo. ¿Tiene usted un niño indigo en casa?
4 Comentarios en “Los niños indigo”
Saludos.
Es importante que los colegios se adapten tanto al estudiante como a la comonidad, ya que desde hace muchos años escucho la historia de que los maestros no están preparados y los institutos no hacen algo al respecto. En mi caso, mi hijo es hiperactivo y los coordinadores siempre se dan a la tarea de rechazarlo, y no se proponen a trabajar estrategias que motiven el mejoramiento, siempre trabajan lo mismo y aparte se quejan. Las escuelas están muy atrasadas con respecto a esta nueva generación.
LA VERDAD DESDE QUE ME DIJIERON QUE MI HIJO ES UN NIÑO INDIGO RECIEN ESTOY LEYENDO TODO RESPECTO A ELLO,PERO SIN DUDA MI HIJO PRESENTA MUCHO EL CONTENIDO EN CADA OPINION CABE RESALTAR QUE ESTOY LEYENDO TODAS LAS OPINIONES DE LOS ESPECIALISTAS
GRACIAS JANE
un aspecto importante es que un indigo puede llegar a sentir un dolor terrible, una temible frustraion. pero deben ser fuertes por que la virtud de sanar alegrando al mundo depende de el amor a uno mismo a pesar de la situacion en que se ha nacido.
como puedo saber con absoluta certesa si mi hijo es un niño indigo?