Rasgos psicológicos del adolescente
12:37h Lunes, 31 de octubre de 2011
Las diferentes etapas de la adolescencia llevan asociadas una serie de cambios psicológicos destacados, relacionados con la adolescencia y sus cambios y que a menudo se manifiestan mediante el conflicto interno y externo que caracteriza esta época vital. Eso significa que, entre toda la marea de rebeldÃa y desplante hacia el mundo adulto y, en especial, la familia, se esconde una importante evolución en la forma en que el individuo se concibe a sà mismo y aquello que le rodea. Hoy repasamos algunos de los rasgos psicológicos del adolescente:
- Identidad personal: Surge la búsqueda de la misma, y en el proceso tiende a juzgarse a sà mismo en la medida que lo hacen sus demás compañeros y amigos. Esta concepción de uno mismo a través de lo social, con las consecuencias que ello implica, vienen acompañada de unos cambios fÃsicos a los que el individuo también debe acostumbrarse. Tiene que construir una identidad a través de una nueva imagen, un aspecto que, acompañado con el creciente interés por las relaciones amorosas y sexuales, cobra vital importancia.
- Comportamientos sexuales: Empiezan a aparecer en mayor o menor medida, a menudo incluso a través del enamoramiento. Y es que el desarrollo de los órganos sexuales lleva consigo nuevas sensaciones y necesidades que estos jóvenes, inquietos por la mezcla de desconocimiento, novedad y curiosidad, empiezan a desarrollar de manera muy marcada.
- Desarrollo cognitivo: Este concepto es difÃcil de explicar, pero tiene que ver con el pensamiento lógico ilimitado y la capacidad de reflexión abstracta. La elaboración de hipótesis o deducciones supone una capacidad de pensar más allá de la realidad concreta, estableciendo relaciones de ideas y conceptos. También se experimenta un desarrollo de las habilidades lingüÃsticas y de la moral propia.
Todos estos cambios vienen acompañados por rasgos psicológicos y de comportamiento comunes a la mayorÃa de adolescentes, tales como egocentrismo, la invencibilidad y gusto por el riesgo, o la ampliación del mundo y aparición de nuevos intereses.
En las sociedades más modernas, y dado el contexto actual, todas estas caracterÃsticas propias de la edad aparecen acompañadas de otras, ligadas a las anteriores pero muy relacionadas con las peculiaridades del mundo actual. Buen ejemplo es la desmotivación, caracterizada por la falta de rendimiento académico e incluso la conducta autodestructiva. Este rasgo y sus consecuencias se alargan en el tiempo, puesto que uno de los problemas con los que chocan estos jóvenes es la incapacidad de adaptarse a un mundo con obstáculos para los que no están preparados, pues nunca han tenido que afrontar ninguno. Un fenómeno, por tanto, que se convierte en uno de los grandes retos de padres y educadores hoy en dÃa.
Foto: Stephan Rosger en Flickr.com.