Si bien es cierto que con el paso de los años la memoria empieza a jugar ciertos contratiempos, también es sabido que estas situaciones no dependen solo de la edad.
Muchas veces los jóvenes también padecen algunos altercados con su cerebro y hay muchos adultos con quienes da gusto conversar porque recuerdan hasta el más mínimo detalle de su juventud.
Un ejemplo de ello, que quisiera compartir con ustedes, es el de doña Rosa, una italiana que el mes pasado cumplió 102 años y a quien tuve el gusto de entrevistar para el diario donde trabajo.
Sentada en la punta de la mesa y rodeada de sus seres queridos, doña Rosa relataba de manera precisa y concisa hechos de su más temprana juventud. Uno de los recuerdos que más me llamó la atención fue el que relató contando cómo había conocido a su marido. Era tal la precisión del relato que hasta recordaba cual era el número del colectivo que había tomado de regreso a casa, y que lo dejo en la esquina, donde la esperaba su papá, quien se había enterado de todo y la castigó por dos meses, sin dejarla salir de su casa.
Este es sólo un ejemplo de lo lúcida que se puede mantener la mente, sin importar la edad. Cuando le pregunte a doña Rosa cómo hacía para acordarse de todo, cuál era el secreto ella me respondió: siempre leí mucho, hacía crucigramas, jugaba ajedrez, nunca dejé de usar la cabeza.
Parece una tontería pero dedicar algunos minutos del día a ejercitar nuestra mente genera amplios resultados y muy satisfactorios.
Entonces, lo que debemos hacer es sacar a nuestras neuronas a hacer ejercicios: estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina y presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones y de los cinco sentidos. También, se las puede poner a prueba a través de juegos de ingenio, crucigramas, rompecabezas, ajedrez. Todo esto dará como resultado un cerebro más flexible, más ágil y de esta manera su capacidad de memoria aumenta.
Además, ejercitar la mente en forma regular también mejora sustancialmente el rendimiento mental de todas las personas, sin importar la edad.
Sabías que sólo usamos una mínima de parte nuestro cerebro. Sin embargo, tampoco es el 10% como se rumorea por ahí.
El cerebro al igual que todo músculo del cuerpo necesita ejercitarse. Hay evidencia de que si no se practican actividades mentales y capacidades, tiende a atrofiarse igual que un músculo. También es cierto que por medio de la práctica se pueden desarrollar muchas habilidades mentales, pues es un órgano que se puede desarrollar por medio del ejercicio. Aparentemente es posible desarrollar más algunas habilidades dependiendo de la edad.
Ejercicios
Algunos ejemplos de ejercicios que expanden substancialmente las dentritas son:
1. Bañarse con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, localiza las llaves de agua, ajusta la temperatura del agua, busca el jabón, o el shampoo… Verás cómo tus manos notarán texturas que nunca antes habías percibido. También se puede practicar el recorrer la casa con los ojos cerrados, para desarrollar la memoria visual.
2. Usar la mano no dominante. Come, escribe, abre la pasta dentífrica, lávate los dientes, abre el cajón con la mano que más trabajo te cueste usar. Péinate, báñate píntate, aféitate lava los dientes con tu mano no dominante.
3. Leer en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.
4. Cambiar los recorridos. Toma diferentes rutas para ir al trabajo, a tu casa.
5. Cambiar las rutinas. Haz cosas diferentes. Fuérzate a salir, conocer y charlar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las escaleras en lugar del ascensor. Sal al campo, camínalo, huélelo.
6. Cambiar las cosas de lugar. Al saber dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa. Por ejemplo, cambia el lugar del pote de la b asura; verás la cantidad de veces que tirarás el papel al viejo lugar.
7. Aprender algo nuevo. Cualquier cosa puede servir, aprende fotografía, cocina, yoga, estudia un nuevo idioma. Si te gusta, arma rompecabezas, tápate un ojo para que pierdas la percepción de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías.
8. Identificar las monedas. Pon en tu coche una taza con varias monedas diferentes y tenlas a la mano para que, mientras estás esperando en el semáforo, con los dedos trates de identificar la denominación de cada una.
9. Cambiar el mouse de la computadora al lado contrario de donde se usa comúnmente.
10. Juegos para el cerebro. Son los que más de moda están ahora mismo, y son muy buenos para mejorar memoria y rapidez mental. Algunos ejemplos de sitios donde puedes encontrar juegos para el cerebro.11. Entrenar el cerebro. Entrenar el cerebro es una de las mejores cosas para mantenerse ‘en forma’ a todos los niveles. Hay varias formas y aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de entrenar tu cerebro:
Memoriza - Intenta recordar cualquier lista o esquema que te propongas. Otras opciones son, por ejemplo, recordar cada cigarro que has fumado durante el día o en cada post que has leído en cada blog.
Visualiza - Visualiza cada cosa que quieras recordar. Por ejemplo, si quieres recordar el nombre de un perro, visualiza cómo es, cómo ladra, cómo huele, etc.
Razona - Razonar e intentar entender algo es la mejor manera de recordar y fijar ideas para retenerlas mejor y posteriormente recordarlas. 12. Realizar tareas complejas. En este ejemplo se centran en que hagas tu propia declaración de la renta. Al ser un tema complicado, tienes que poner mucho esfuerzo en comprender cada punto, por lo que estás forzando tu cerebro y a la vez entrenándolo. Cualquier actividad que requiera atencion y concentración es válida.13. Recordar contraseñas. Procura recordar todas tus contraseñas sin ayuda del ordenador. De esta manera estás obligando al cerebro a mantener el hábito de tener que recordar.14. Aprender otro idioma. Ya he leído varios estudios últimamente que dicen que el hablar dos o más idiomas mejora ‘la calidad del cerebro’ y retrasa su envejecimiento. En este caso se trata de aprender otro idioma o una habilidad mecánica.
15. Hacer ejercicio. Lo que es bueno para el cuerpo es bueno para el cerebro. Mens sana in corpore sano. Todos los estudios indican que ejercicio y una buena dieta es lo mejor que puedes hacer para mantenerte en plena capacidad y en pleno rendimiento.
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