Visita el museo con tus hijos

Algunos fines de semana pueden hacerse eternos para los padres que ya no saben cómo entretener a sus hijos, quienes saturados de los juegos de mesa habituales, demandan constante atención mientras empiezan a subirse por las paredes (algunas veces literalmente). En esos momentos, los adultos son conscientes de que hay que salir, pero han visto todas las películas infantiles que hay en cartelera, y por otro lado, son demasiado pequeños para estar solos en la calle.

Entonces, es una buena ocasión para decir “sí” a la propuesta que hoy os vamos a presentar. ¿Os gustaría poder llevarles a algún sitio en el que se divirtieran a la vez que aprenden algo?, pues seguid leyendo, porque hay alternativas que aúnan ocio y cultura, de las que también pueden disfrutar los más pequeños.

Nos estamos refiriendo a los museos, lugares que pueden lograr despertar la curiosidad del niño. Dejemos atrás la idea de que están reservados para los mayores, eso no es cierto. Lo que sí es necesario es saber elegir qué tipo de exposiciones son las más adecuadas para ellos, y aprender a adaptar la visita a su edad e inquietudes.

Para ello os enumeramos algunas pautas que os servirán de ayuda, con el fin de sacar provecho a estos espacios culturales, al tiempo que ellos se lo pasan en grande:

• Es conveniente que los padres visitéis el museo con anterioridad, y os informéis de las obras que pudieran ser más atractivas para ellos. Haced una selección de aquellas que destaquen por su colorido, asimetría, o similitud con escenas de su vida cotidiana (animales, muchachos, etc.).
• Si vais con guía, él adaptará el vocabulario a su etapa evolutiva. No obstante, es mejor que los niños observen directamente, y se les permita expresar la impresión que les ha causado la obra, sin que se imponga un significado concreto. Dejad que el autor les llegue a su manera y les genere dudas. Todo esto hará de ellos espectadores activos.
• Escuchad siempre su opinión, aunque no encaje con la interpretación que le ha querido dar el artista. Es importantísimo que sientan que no es un mundo restringido a los adultos, que el arte y el conocimiento también son para ellos.




• Teniendo en cuenta que el tiempo de atención de los menores es más limitado, hay que procurar que el recorrido sea más corto, y alternarlo con espacios de recreo o de descanso: cafetería, parque, jardines de alrededor, o las tiendas integradas dentro de los museos, las cuales venden puzzles o juegos con la temática de la visita.

• Se hará más ameno, si con cada obra ayudáis a vuestros hijos a elaborar una historia con la biografía del autor, o relacionarlo con algo aprendido en el colegio, o con series de televisión. Lo fundamental es que creéis expectación y admiración por algunas de las cosas que veáis. Habrá cosas que, sin lugar a dudas, resultarán más atrayentes por sí solas para su mente (dinosaurios, meteoritos), pero siempre es estimulante asociarlas a otros datos de historia, o ciencia. Un manual o una revisión rápida de algunos folletos informativos pueden ser un buen auxilio para los padres.
• Intentad formular preguntas abiertas, que inviten a pensar, que no las respondan con un “sí” o “no”. En lugar de “¿te gusta este cuadro?” decidle “¿qué es lo que más te gusta de este cuadro?”, “¿a qué te recuerda?”, “¿en qué se parece al anterior que hemos visto?”.
• Cuando se trate de arte, podéis jugar con ellos a contemplar la obra desde distintos ángulos y distancias (cerca, lejos, de un lado, desde el suelo, etc.). Además podéis intentar reproducirlas juntos con lápiz y papel, por si quieren llevarse un recuerdo de aquel día.
• De poder elegir, las mejores horas son las del principio de la jornada o las del final. Si vais cuando más aglomeración hay, lo más probable es que se cansen más y estén continuamente quejándose.
• No se puede olvidar que, aunque estéis con ellos continuamente, los museos son lugares donde hay miles de cosas que captan su atención y con las que despistarse. Por eso, es bueno insistirles en que vayan a vuestro paso, que no se vayan con nadie extraño, ni salgan del recinto. En caso de que se pierdan, es útil fijar un punto de encuentro cerca de información o la entrada. También se les puede enseñar a dirigirse al personal de seguridad que trabaja allí y suele estar prácticamente en todas las salas.
• Explicadles que en ese sitio no se puede gritar ni correr, porque molestarán a los demás, igual que en el cine o en clase. ¡Esencial: si no queréis llevaros un disgusto, aseguraos de que aprendan a ver sin tocar!.
• Podéis acabar la visita con una valoración de lo que más les ha gustado y lo que menos, enfatizando en el hecho de que habéis aprendido muchas cosas mientras os divertíais.
• Son altamente recomendables aquellos museos que disponen de muestras interactivas o talleres, donde los más pequeños participan en el descubrimiento de las propiedades o cualidades de lo expuesto (minerales, fósiles, cuadros, esculturas, etc.), a través de programas informáticos, o a veces con sus propias manos.

Como ejemplos os sugerimos:

• Cines IMAX, para ver películas en pantallas gigantes sobre temas tan diversos como aventuras espaciales o exploraciones en la Antártida
• El museo Abasto, ubicado en Argentina, es una ciudad a escala de los niños, con el objetivo de que aprendan el funcionamiento de una urbe, teniendo la oportunidad de meterse en la piel de los distintos roles y trabajos que desempeñan los adultos.
• En la web www.munimadrid.es podéis encontrar los museos de la capital que más pueden atraerles: el Municipal de Bomberos, el Naval, el de Cera, el Arqueológico, el Geominero, o incluso el de trofeos del Real Madrid.
• En San Sebastián podéis acudir a la Exposición NorthSouthEastWest, una muestra fotográfica que expone las imágenes de diez fotógrafos que visitaron 12 lugares del mundo para captar imágenes de los impactos del calentamiento global. Estará hasta el 11 de Marzo del 2008 en el Centro de Recursos Medio-Ambientales.
• En el suplemento infantil de e.magazine Arte y Mercado hallaréis una amplia oferta de talleres y actividades de todos los museos de España, destinadas a los más pequeños.

Volveréis a casa con la sensación de haber pasado unas horas entretenidos, a la vez que habéis potenciado la inteligencia, la creatividad, y la cultura de vuestros hijos.

Foto: granvendaval