Hemos tenido el privilegio de entrevistar a Gloria Collado, editora y directora de la revista Doce Notas, dedicada desde hace diez años a la educación musical y recientemente también a la danza. Sin duda, se trata de una gran conocedora del sistema educativo actual y de los caminos que debe seguir la educación musical. Su publicación es un ejemplo de constancia y dedicación, siempre atenta a los cambios necesarios en sus contenidos, forma y objetivos.
-¿Recibe pocas ayudas la educación musical?
-Digamos que las expectativas creadas por la LOGSE (la antigua ley de educación) no han sido todo lo fructíferas que se esperaba. La regulación de la enseñanza no reglada a través de las Escuelas Municipales de Música, con una financiación a tres bandas: ayuntamientos, comunidades autónomas y padres, no ha recibido todo el apoyo económico que debía. La mayoría de ayuntamientos, para evitar la gestión directa -con toda la carga laboral que eso implica- han optado por la contratación de empresas que ha supuesto una oferta educativa muy inferior a lo que la ley propone. Las autonomías, por su parte, no se implican demasiado en la financiación, optando por ayudas casi simbólicas para compras de instrumentos. Todo este problema de financiación de las Escuela Municipales de Música, ha hecho que muchos ayuntamientos se planteen la creación de conservatorios, ya que, al ser estos de enseñanza reglada están financiados íntegramente por el gobierno autonómico. Así que la cantera de futuro público para la música que , un sector en el que sí ha sido importante la inversión (auditorios, orquestas, etc.)
-¿Resulta complicado mantener una publicación para un público concreto?
-El problema no es tanto el público en concreto cómo el tipo de público y en el relacionado con la educación en general y, en particular, con la educación musical el problema es que no hay hábitos de comunicar. Las instituciones educativas no se plantean –hoy por hoy- que cualquier actividad que desarrollen debe ser transmitida a la sociedad, que es al fin y al cabo la que financia y la que debe saber qué es lo que se hace con su dinero: si es poco o mucho lo que recibe la educación musical o si se gestiona mal o bien. El cómo educar a este público concreto para que adquiera hábitos de comunicación y de información es una labor de todos los que estamos interesados en esta necesidad de información y de comunicación que exige una sociedad democrática. En los diez años que llevamos con esta revista, cuyo principal objetivo es que fluya la información entre los distintos sectores que convergen en la vida musical española -desde la educación hasta la programación, pasando por la fabricación de instrumentos, la edición de partituras, libros o discos- a penas ha evolucionado el comportamiento de los centros educativos en este sentido. No hay planificación de actividades extraescolares con la suficiente antelación para que las revistas se puedan hacer eco de ello. Siempre hay alguna excepción, como el Conservatorio de Girona que han hecho este año hasta presentación de temporada.
-¿El actual mandato del PSOE, ha contribuido en algo positivo a la educación musical?
-Me atrevería a decir que no, creo que los políticos en general, sean del partido que sea, no son consciente de los graves problemas que puede provocar la falta de formación musical empezando por la educación general, en donde se puede hablar de una situación de alerta roja en la pérdida de hábitos escolares, como es simplemente cantar. En la nueva ley (LOE) no se ha tomado ningún tipo de medidas al respecto, ni se han molestado en hacer un análisis de la situación con un equipo técnico que ofreciera garantías. La catástrofe la están experimentando los profesores de música en secundaria, con adolescentes incapaces de cantar porque no lo han hecho nunca. Si queremos un público para el futuro que llene la inmensa red de auditorios que se han creado –países como Francia nos envidían-.
-¿Qué objetivos se marca Doce Notas para los próximos años?
-Después de estos más diez años y, sobre todo de los últimos cinco, en los que hemos emprendido proyectos como la organización de la Fiesta de la Música o la edición de la Guía de Conservatorios y Escuelas de Música y de Danza, nuestro paso siguiente es dinamizar la página web. Se trata de hacer una página que sea de mayor utilidad para la comunidad educativa, al poder agilizar la transmisión de la información, tanto la que ellos producen como la de todo el sector musical.
-¿Qué recibimiento ha tenido Día a Día, el suplemento de la revista?
-Este es uno de los pasos que hemos dado para llegar a otros públicos fuera del ámbito educativo. Cada vez es mayor el espacio que dedicamos a la actualidad musical y creemos que con ello podemos captar al público aficionado, al que también le conviene saber lo que se hace en educación musical. De hecho, donde más hemos notado la repercusión de este suplemento es en el interés que ha despertado en este público la Guía de Conservatorios y Escuelas de Música y de Danza. La venta de este repertorio estaba prácticamente estancada y ahora recibimos pedidos a diario. Hay que tener en cuenta que distribuimos 30.000 ejemplares del Día a Día, una tirada muy superior a la de la revista.
-¿Con qué se queda de estos 10 años de andadura de Doce Notas?
-Con la confirmaci