Somalia, 200.000 niños soldado durante catorce años de conflicto. Sudán, de 19.500 a 23.000 niños soldado. República Democrática del Congo, 30.000 niños soldado. Uganda, 20.000 niños soldado. Burundi, 5.000 niños soldado. Las cifras son reveladoras. La existencia de niños soldado es un problema que afecta a África, pero también a Asia y Sudamérica.
Naciones Unidas tiene que buscar mecanismos más contundentes para impedir que los menores de 18 años luchen en la guerra. El protocolo adicional de la Convención de los Derechos de los Niños no es suficiente para exigir a los países que desmilitaricen a los menores. La Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño Africano, de 1990, que entró en vigor a finales de 1999, establece que los 18 años son la edad mínima para el reclutamiento y para la participación en las hostilidades. Aunque las legislaciones de los países africanos suelen ser más laxas.
Uganda, por ejemplo, fija por ley que la edad voluntaria para enrolarse al ejército son los 18 años, pero son miles los casos en los que se incumple esta norma. En Sierra Leona se fija en 17 años y medio, e incluso antes si se tiene el consentimiento de los padres. Se tiene que avanzar, sobre todo, en el campo de la prevención.
Los principios de París son un paso importante porque recogen el compromiso político, pero no son vinculantes y esto conlleva a que se perpetúe el problema. Marcan las líneas a seguir para luchar contra el reclutamiento de menores, liberar a los niños soldado y lograr su reinserción en la sociedad. Un total de 58 países, 70 organizaciones intergubernamentales y 30 ONG firmaron este compromiso a principios de 2006.
Otro campo en el que también es necesario avanzar es en el de la desmovilización y reintegración de menores africanos. Ya están en marcha algunos programas que trabajan el tema, pero es imprescindible analizar su eficacia. Los niños soldado han matado a muchos civiles y han visto morir a otros tantos, necesitan eliminar esas secuelas que en, menor o mayor grado, siempre quedarán. Se necesita volver a generar un ambiente de convivencia y de confianza en una sociedad totalmente dividida y con heridas que siguen latentes (y que pueden volver a sangrar fácilmente).
La desmovilización de los niños soldado es un reto que Naciones Unidas debe asumir en los próximos años. Debe implementar programas se centren en la prevención del re-reclutamiento, en dar una formación a los menores, en evitar el abuso y la explotación de los niños y niñas. Estos programas son también la garantía de futuro para estos países.
Foto1: Azrainman
Foto2: Daquella manera
Foto3: Merit
2 Comentarios en “Los niños soldado, una infancia truncada (y 2)”
Acabo de entrar en la página de una ong se llama SOS Infancia.Es alucinante cómo se mueven y trabajan.
http://www.sosinfancia.es
Ya conocía SOS Infancia, mirad su página web http://www.sosinfancia.es y ya me diréis.