Se aproximan las vacaciones de invierno o las de verano, según en qué parte del globo se viva, pero, al fin y al cabo, vacaciones.
Os proponemos aquí una actividad para que lo hagan los más pequeños (va dirigido para niños y niñas a partir de unos 10 años), les servirá para distraerse durante una tarde y además le encantará, porque podrán hacerle un regalito a papá, a mamá o a los abuelos. Para nosotros será también importante, porque ayudaremos a los niños/as en una manifestación artística y a manejar materiales que, aunque fáciles, no son frecuentes.
La idea es pintar una taza y un plato. Podemos dejar que los ‘artistas’ elijan el motivo, como estamos en Navidad, podríamos orientarles con algún motivo navideño o simplemente que dibujen a quien le vayan a regalar la taza y el plato.
Vamos a necesitar: una taza y un plato de cerámica blancos, o al menos sin motivos; pinturas para cerámica; un mantel individual (se puede sustituir por una servilleta), sin ningún gráfico, preferentemente de color liso; pinturas acrílicas o para telas; pinceles, un poquito de algodón y alcohol.
Una vez elegido el dibujo que se va a hacer, le tendremos que ayudar un poquito, limpiándole bien las piezas de cerámica con un algodón empapado en alcohol.
Luego, ellos las pintarán con pintura especial para cerámica, que se vende en cualquier papelería artística, hay algunas especialmente preparadas para los más pequeños. Dejen que ellos expresen su creatividad, que es, justamente de lo que se trata y el objetivo principal de la actividad. Para terminar pueden escribir con un pincel fino un mensaje como Feliz Navidad o Para Mi Abuelito…
Una vez que estén secas las piezas, hay que dejarlas secar, para meterlas después en el horno a 150º, sólo unos minutos, para que se fije la pintura (esta tarea es para un adulto, claro).
Mientras, el artista hará el mantelito individual que acompañará a las piezas. Simplemente, se mojará las yemas de los dedos en pintura acrílica o pintura para telas y diseñará el mantel. El diseño de nuevo queda a cargo de su creatividad e imaginación.
Va a necesitar de nuevo la ayuda de un adulto para planchar la tela y fijar la pintura en el individual.
Y ya está. Hemos pasado una tarde amena y hemos conseguido un regalito para las fiestas.
Hemos conseguido además otras cosas:
- fomentar la creatividad y la imaginación.
- manejar materiales artísticos.
- mostrarles que con paciencia se consiguen bellas cosas.
- fomentar el trabajo en colaboración.
- mostrarles que, a veces, los mejores regalos no se encuentran en un comercio.
La actividad propuesta es tan sólo una posibilidad, hay muchas más.
Otras opciones:
http://capusitalinda.blogspot.com/2007/06/para-hacer-camisetas-decoradas-con.html
http://www.secomohacer.com/nova.htm
Comentarios de “Un regalo hecho en casa”
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