Educación para adultos

Si has pensado alguna vez que, ya eres demasiado mayor para estudiar, o que es tarde para que vuelvas a retomar tu educación, nos alegramos de poder decirte que estás muy equivocado.

No eres el único, en España hay más de 15 millones de adultos, que no han podido o no han querido, en su momento, acceder a la titulación mínima, que actualmente ya no es el Graduado Escolar, sino el Graduado en Secundaria. En la educación para adultos hay una plaza reservada para ti, y para todo aquel que quiera seguir preparándose en sus estudios.

Si te estás preguntando quienes serían tus compañeros de clase, te diremos que por un lado, hay personas que, habiendo completado sus estudios, tienen intereses por la formación continua; y por otro, están los que quieren finalizarlos (mayoritariamente del sector femenino). Por eso, el estudiante puede optar o por la enseñanza reglada, para obtener el tan anhelado título oficial, o por la no reglada, que refuerza y recicla los competencias previas.

Para que te hagas una idea, suele haber tres grupos:

-Mujeres de entre 35 - 55 años (el 70%) que, una vez que sus hijos ganan en autonomía, desean aprovechar la coyuntura para desarrollar su parcela personal.
-Inmigrantes, que esperan equiparase a la población autóctona en formación y oportunidades de trabajo.
-Jóvenes de 16 y 17 años que, tras sufrir el abandono y fracaso escolar, quieren darse una segunda oportunidad para labrarse un futuro profesional.

No hay problema si partes de cero. Dentro de las Enseñanzas de Educación Básica no sólo se incluye la Educación Secundaria, sino que también se contempla la alfabetización y la adquisición de conocimientos básicos.
Por otra parte, quizá lo que andes buscando se ajuste más a enseñanzas de perfil profesional, instruirte en el español si eres inmigrante, o prepararte para las diversas pruebas de acceso. Seguro que en tu municipio, también encuentras lo que se conocen con el nombre de Aulas Mentor, clases con ordenadores, en las que uno puede matricularse de las más variadas temáticas, independientemente de su titulación.

No pongas excusas, si estás pensando que no tienes tiempo de desplazarte o de compaginarlo con el trabajo, porque, aunque es menos frecuente, existe la modalidad a distancia.

No obstante, si quieres acudir con tu mochila, empieza a buscar tu centro más cercano en ayuntamientos, asociaciones prosociales (sin ánimo de lucro) o en las consejerías de educación directamente.

En España, es el Ministerio de Educación el encargado de coordinar a todas las autonomías, para que los programas educativos (objetivos y conceptos) sean homogéneos, aunque varíe la metodología de enseñanza que en cada centro puedan aplicar.

No te preocupes por el horario (entre 8 y 12 horas semanales), suele ser bastante flexible y puedes elegir entre turnos de mañana, tarde o noche. Pese a que las asignaturas y los temas están adaptados a adultos, cuenta con hacer deberes y examinarte igual que en otros centros escolares. Pero, no van a tratarte como un niño grande, sino que las enseñanzas y las didácticas estarán adaptadas a los intereses y características de un alumnado adulto.

Como no utilizan los mismos libros publicados para los colegios e institutos, algunos profesores van elaborando y adaptando el material a las necesidades de los alumnos, bajo el filtro de las consejerías de educación, claro está. De todas formas, hay libros editados específicos al respecto. También existen materiales multimedia gratuitos, para emigrantes que desean alfabetizarse, al tiempo que aprenden español.

No te asustes, pero entiende que han de hacerte una entrevista y una prueba de entrada: la VIA (Valoración Inicial del Alumnado), para contar con el nivel o línea base de la que partes, y ajustar la enseñanza a tus conocimientos previos, disponibilidad de tiempo para estudiar, etc.

Piensa que como estudiante adulto, ya posees una gran experiencia vital, que podrás aplicar a los contenidos didácticos. El optimismo y la libertad de una persona que elige estudiar van a tu favor, pues tu motivación en este momento es puramente intrínseca, nadie te obliga ya.

Anímate, ten en cuenta todas las ventajas que puede traer a tu vida:

-Mejorar tu currículum y ampliar tu perspectiva laboral.

-Potenciar tus habilidades de comunicación y lenguaje expresivo.

-Aumentar la probabilidad de sentirte más integrado en los grupos sociales de tu barrio y empresa.

-Con más cultura favoreces tu capacidad crítica ante las injusticias sociales y la defensa de tus derechos como ciudadano. Al fin y al cabo es adentrarte en una educación para el pueblo, que te hará sumarte a él, de forma más adaptativa.

-Te será más fácil apoyar y comprender a tus hijos en los estudios.

-Reciclas y actualizas aquello que “no se te daba tan mal”.

-Haces un uso inteligente de tu tiempo libre, que te reportará múltiples beneficios.

-Generas la satisfacción de avanzar, y enriquecerte como persona. Descubre y potencia tus recursos ocultos, tal vez sea redactar, pintar, sintetizar conceptos, o deducir según la lógica matemática.

Si el entorno es cambiante, si las tecnologías se modifican a pasos agigantados, ¿por qué no renovarte tu también?. La necesidad universal de formación permanente es imprescindible para resolver las exigencias mudables del medio. Participa activamente en la transformación del mundo, desde las herramientas de la educación. Hay cosas que no caducan, nunca es tarde para cultivarse y prepararse.

¿Todavía estás indeciso?. Quizá te ayude intercambiar experiencias con otras personas, que se han atrevido a dar el paso de retomar sus aprendizajes. Puedes contactar con ellos en el blog educadultos, un lugar que te acerca recursos relacionados con la educación permanente de adultos en particular, y de la educación en general (interculturalidad, educación vial).

Lo ideal sería entender este tipo de educación de manera estable e independiente de la etapa evolutiva o vital de la persona, como algo que amplia, enriquece o renueva el aprendizaje. El saber no ocupa lugar, pero es que además no entiende de edad, de género o de origen racial.

Es un derecho, y como tal hay que luchar para que tenga su relevancia en la sociedad. Este tipo de educación es gratuita, y ha de estar asegurada desde el Estado, para garantizar la igualdad de oportunidades. ¿Cómo podremos llegar al mismo sitio, si no partimos del mismo punto?. Deja de jugar con desventaja, ¡empieza a estudiar!

¡Ojalá pronto entendamos que estamos en continuo proceso de formación, desde que nacemos hasta que morimos!.